Hace poco menos de un año, en un viaje académico que hice a España, particularmente a la ciudad de Salamanca (Universalidad Pontificia de Salamanca), al terminar el curso que fui a realizar... me tomé unos días para viajar un poco más por España.
Entre mis destinos, incluí uno poco común, que fue la ciudad de Zaragoza, a la que fui desde Barcelona en el estupendo (pero poco económico) tren de alta velocidad AVE que llega a conseguir velocidades superiores a los 300 Km/h.
En Zaragoza, que es una ciudad que mezcla lo histórico, cultural católico español, con el modernismo que les llegó para la feria de turismo que se realizó en esa ciudad.
Entre varios lugares de comida que visité, ya que una condición fundamental de viaje para mi, es comer y conocer la gastronomía de cada lugar que visito, recuerdo claramente uno que se llama La Matilde.
Este restaurante, queda en un callejoncito de nombre Predicadores y se debe ir con reservación. Una vez en el, se es atendido por alguno de sus propietarios, los Puyuelo, que en mi caso me tocó el mayor de los hermanos, Luis Puyuelo.
Ellos, van a entregar su carta, pero ofrecerán el menú degustación, que consta de varios platos (pequeñas porciones) donde se prueba lo mejor del día, ya que el menú es variable. Ellos ofrecerán escoger el plato principal y su chef preparará el resto (incluido el postre) en base a la selección; y creánme... vale la pena.
La carta de vinos, es quizás una de las mas grandes que he visto. Es tan antigua, que está escrita a máquina y si se pide visitar la bodega... quedarán sorprendidos, pues ocupa TODA la parte de abajo (sótano) del restaurante.
Cuando fui, en el menú me toco la suerte de contar como plato principal de un solomillo de Ibérico, con una crema de manzana, pimiento verde y pistacho, que estaba realmente excelente.
Para el postre, entre la variedad que sirvieron, me causó gran y grata impresión un helado de albahaca hecho en casa. Realmente bueno!
Espero, que si van a esta ciudad, puedan visitar este restauran.
Por cierto, que cuentan con una gran colección de cajas de cigarrillos al igual que anillos de tabacos y cigarrillos y les regalé una cajetilla de Belmont que tenía (cuando fumaba), así que si van y observan en la gran colección una de Belmont, ya saben de quien era.
Saludos!
Cuando fui, en el menú me toco la suerte de contar como plato principal de un solomillo de Ibérico, con una crema de manzana, pimiento verde y pistacho, que estaba realmente excelente.
Para el postre, entre la variedad que sirvieron, me causó gran y grata impresión un helado de albahaca hecho en casa. Realmente bueno!
Espero, que si van a esta ciudad, puedan visitar este restauran.
Por cierto, que cuentan con una gran colección de cajas de cigarrillos al igual que anillos de tabacos y cigarrillos y les regalé una cajetilla de Belmont que tenía (cuando fumaba), así que si van y observan en la gran colección una de Belmont, ya saben de quien era.
Saludos!
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