jueves, 27 de septiembre de 2012

Comida de carrito

En Las Mercedes, Caracas. Se encuentra Joao, un puesto de comida de calle que sirve perros calientes y hamburguesas.

Los perros, la verdad es que no resaltan de los demás, pero como la mayoría de los perro caliente de calle son buenos.

Lo que si destaca de Joao, son sus hamburguesas; y se preguntaran ¿que tienen esas hamburguesas de diferente? Pues la verdad, lo principal que resalta es el pan, que es suave y suficientemente capaz de soportar la hamburguesa, que sea de paso, no es gigante como la mayoría de las servidas en los carros de comida.

Estas hamburguesas, son del tamaño justo y manejable. Solo tienen 2 versiones, que son la sencilla y la doble con sus respectivos ingredientes, jamón, queso, papitas, salsas y huevo frito, pudiendo ustedes obviar alguno de ellos o incluso pedir un poco mas.

A Joao, lo conseguirán en la Calle  Mucuchies con California de Las Mercedes, en horario nocturno.

¡No dejen de probarlas!
Ahora, si quieren comer perros calientes, también encontrarán en Las Mercedes en la calle Orinoco (frente al Tolón) a Rulo, que es un puesto que tiene más de 30 años en la misma equina, formando parte de la comunidad, atendiendo a diferentes generaciones de familias, lo que se puede constatar cuando uno está ahí comiendo, ve pasar carros desde donde padres e hijos saludan a Rulo con el mismo cariño, o los niños al salir del colegio van a almorzar donde Rulo.
A Rulo, lo conseguirán en horario diurno, hasta más tardar las 8 pm

martes, 25 de septiembre de 2012

Un rincón en Chacao...

Como este espacio nació apenas ayer 24 de septiembre, debo ir rellenándolo con lugares y platos que ya son casi una costumbre para mi, y que si han llegado a ser esa costumbre, es porque realmente me gustan, no solo la comida, sino la atención que se recibe en esos lugares.

En Chacao, en el propio casco (justamente, en la calle Sucre, entre el Boulevard Arturo Uslar Pietri y la calle Cecilio Acosta) hay una puerta escondida entre los edificios, con un toldito azul que dice La Guacamaya. 

Resulta, que ese es un restaurante de comida española, absolutamente familiar, ya que es atendido por Manolito (quien fuera nada más y nada menos que el maître del extinto Henri IV), su hijo que está en la barra, la hija en la caja y la esposa que cocina.

Realmente, no es un local bonito, pero la calidad de la comida y la atención personalizada de Manolito, hace que cualquier vestigio de decoración vieja pase por alto. En lo personal, tengo 2 platos que suelo pedir cuando voy, alternándolos, ya que las raciones son considerablemente grandes y son la Fabada y el Conejo al Vino.

Cuando uno entra, Manolo sin preguntar, sirve un paté para empezar a picar, luego te pregunta que desean tomar y con estos platos, siempre es recomendable una compañía viñeda y a que estamos en ambiente español, por qué no pedir un Tempranillo o un Crianza, para sentirse en ambiente.

Para ir a ese lugar, se debe contar con tiempo, es decir, no ir apurados, ya que Manolito (independientemente que no lo conozcan) se podrá instalar en su mesa para conversar de cualquier cosa y hacerlos sentir como en casa.

A pesar que siempre se consigue mesa (es un local pequeño, de apenas 6-8 mesas), les dejo el número para que llamen 

(0212) 2639983


lunes, 24 de septiembre de 2012

Algo fuera de nuestras fronteras

Hace poco menos de un año, en un viaje académico que hice a España, particularmente a la ciudad de Salamanca (Universalidad Pontificia de Salamanca), al terminar el curso que fui a realizar... me tomé unos días para viajar un poco más por España.

Entre mis destinos, incluí uno poco común, que fue la ciudad de Zaragoza, a la que fui desde Barcelona en el estupendo (pero poco económico) tren de alta velocidad AVE que llega a conseguir velocidades superiores a los 300 Km/h.

En Zaragoza, que es una ciudad que mezcla lo histórico, cultural católico español, con el modernismo que les llegó para la feria de turismo que se realizó en esa ciudad. 

Entre varios lugares de comida que visité, ya que una condición fundamental de viaje para mi, es comer y conocer la gastronomía de cada lugar que visito, recuerdo claramente uno que se llama La Matilde.

Este restaurante, queda en un callejoncito de nombre Predicadores y se debe ir con reservación. Una vez en el, se es atendido por alguno de sus propietarios, los Puyuelo, que en mi caso me tocó el mayor de los hermanos, Luis Puyuelo.

Ellos, van a entregar su carta, pero ofrecerán el menú degustación, que consta de varios platos (pequeñas porciones) donde se prueba lo mejor del día, ya que el menú es variable. Ellos ofrecerán escoger el plato principal y su chef preparará el resto (incluido el postre) en base a la selección; y creánme... vale la pena.

La carta de vinos, es quizás una de las mas grandes que he visto. Es tan antigua, que está escrita a máquina y si se pide visitar la bodega... quedarán sorprendidos, pues ocupa TODA la parte de abajo (sótano) del restaurante.

Cuando fui, en el menú me toco la suerte de contar como plato principal de un solomillo de Ibérico, con una crema de manzana, pimiento verde y pistacho, que estaba realmente excelente.

Para el postre, entre la variedad que sirvieron, me causó gran y grata impresión un helado de albahaca hecho en casa. Realmente bueno!

Espero, que si van a esta ciudad, puedan visitar este restauran.

Por cierto, que cuentan con una gran colección de cajas de cigarrillos al igual que anillos de tabacos y cigarrillos y les regalé una cajetilla de Belmont que tenía (cuando fumaba), así que si van y observan en la gran colección una de Belmont, ya saben de quien era.

Saludos!

En la foto: Hummus de lentejas al curry con tostada de pan con pimentón


El misterio del Carménère

Esta cepa de vino, fue muy famosa en Francia hacia el S XIX, pero en 1860 ocurre un desastre natural que un insecto infesta los viñedos franceses, acabando principalmente con esta cepa en toda Europa, que comezó a ser reemplazada por el Merlot, que es una cepa un tanto menos sensible.

A medidado de los años 90 en Chile, un francés llamado Jean-Michel Boursiquot redescubrió el Carménère en Chile, que se escondía entre el Merlot y era producida como tal y luego de profundos estudios, determinó que sería en Chile donde resurgió la extinta cepa del Carménère, en virtud que había sido introducida desde Europa, apenas 10 años antes que se extinguiera en el territorio Europeo.

A pesar que los chilenos han tomado la bandera del Carménère, algunas cepas se han filtrado para Australia y ya han empezado a sacar algunas producciones de la misma y hay quienes aseguran que han salido muy buenas, pero se siguen concentrando en el Syrah, que es su cepa clave.

Acá en Venezuela, se consiguen unos buenos Carménère, con una variedad de precios, pero como en el mundo del vino la máxima no es que el vino más caro es el mejor, sino aquel que mas le guste al paladar.

El Carménère se distingue por un color rojo violáceo profundo y un aroma del que sobresalen notas verdes como del pimentón, que puede dominar sobre el resto de aromas si se ha cultivado en tierra pobre. En su sabor se encuentra chocolate y notas de frutas rojas, bayas y especias. Sus taninos son más amigables y suaves que los del Cabernet-SAuvignon. Sus notas vegetales lo hacen menos elegante que un Merlot. Es un vino de cuerpo medio, fácil de beber y que debe beberse joven.

Espero que lo disfruten.

PD: El  Carménère de Castillo y Molina, es bueno y todavía a buen precio.


Cocina italiana casera

No todo se trata de restaurantes con alto perfil, decoración elaborada y un ambiente de lujo.

Existen muchas opciones en Caracas, para comer platos tradicionales de alguna cocina, donde prevalece la receta de tradición, la receta familiar, por sobre todas las cosas.

Uno de los locales que ofrece estas características es el Da Gaby y Tony, ubicado en la Calle Galarraga (frente al concesionario Honda) de Chacao.

Este restaurante, tiene más de 40 años en la misma esquina  es propiedad de 2 hermanos (todos alguna vez pensamos que el Gaby, trataría de Gabriela) y su menú ha sido el mismo desde que recuerdo.

Ese es uno de los locales a donde entro sin necesidad de ver el menú, pues siempre pido lo mismo, porque sencillamente voy para allá a comer ese plato y no es nada más que la ensalada de Búfala como entrada, los gnoqui a la crema como plato principal y para el postre... no puede faltar el Tiramisú que para mi, es el mejor que he comido en Caracas.


Un buen Ossobuco en Caracas

La principal característica del Ossobuco, es que se prepara con una pieza de carne con hueso, que en la mayoría de los casos se utiliza lagarto, que es muy económico, pero con un gran gusto.

Este plato, es de muy lenta preparación, para que la carne pueda quedar en el punto ideal, que se puede cortar casi sin utilizar el cuchillo, y pueda absorver todos los sabores de las especias empleadas en su cocción

Una recomendación para comer un buen Ossobuco en Caracas, es en Il GRillo que se encuentra en el C.C. Las Cúpulas de Los Palos Grandes, que a pesar de ser este restauran parte de una franquicia y están todas las cocinas ceñidas a las recetas del Chef Master Gilberto, la sazón de cada mano es particular y en ese caso (del Ossobuco) se destaca la de Las Cúpulas.

Si el plato del Ossobuco es mucha cantidad para ustede, puede probar el Rissoto de Ossobuco con almendras que es excelente también.

De entrada, pueden comenzar con unas lumpias de vegetales y cochino que preparan y evidentemente un vino tinto para acompañar la carne.


Buen provecho!

Primer contacto

Este blog, no pretende ser una guía Michelin ni nada por el estilo; mucho menos un espacio de recetas como pudiera hacer un chef profesional.

Lo que persigue este espacio, es compartir con ustedes, los lectores anónimos, que quizás llegaron acá por un error de búsqueda en Google, lugares de comida, buena comida, sea donde sea.

Me atreveré, a hacer sugerencias de lugares para comer, platos que ordenar e incluso los horarios para visitar esos lugares. De vez en cuando, compartiremos alguna experiencia personal en la cocina o cómo no de una buena parrilla que es realmente donde me gusta meter la mano,

Comprar, preparar y cocinar una buena carne, es un arte dominado hasta ahora por mis queridos amigos Argentinos, principalmente por un gran amigo Juan Manuel Icardi, que reside en la región de Mendoza, icono del viñedo sureño.

Sientan la libertad de utilizar este espacio como suyo propio y compartir con todos los que lo visitamos, sus experiencias personales del buen comer.

Mi principal recomendación a la hora de comer, es simplemente ¡DISFRUTAR! y aprender a comer desde un Perro Caliente de calle (hot dog) a una mesa con copas de cristal.

Saludos.